Sueño y Vigilia


El sueño y la vigilia son estados de conciencia. Pero, ¿qué es la conciencia? Los psicólogos definen la conciencia como el conocimiento que tenemos de nuestros propios pensamientos, y todos nuestros procesos mentales.

El psicólogo y filósofo William James explicaba que la conciencia es como una corriente que está en permanente flujo. Si nos detenemos de leer por un instante, y tratamos de dejar en blanco nuestra mente, encontraremos muy difícil lograrlo, ya que nuestros pensamientos, sensaciones, sentimientos y fantasías continúan apareciendo en nuestra mente. En palabras de James, la corriente continúa fluyendo. Sin la conciencia, no habría en nosotros el sentido del ser, el sentido de nosotros mismos.

Esta actividad cognoscitiva varía en la medida en la que estamos al tanto de nuestros propios procesos mentales. Podemos dividirla en dos grupos: La conciencia de vigilia y Los estados alterados de conciencia. 

¿Qué es la conciencia de vigilia?


Podemos explicarla como el conocimiento consciente de cualquier cosa de nuestro ambiente que advirtamos y que podamos responder en el momento. En todo momento estamos expuestos a una enorme variedad de estímulos del mundo exterior y de nuestro interior (como calor y frío, tacto, presión, dolor, equilibrio) así como a un cúmulo de pensamientos, recuerdos, emociones y necesidades. Pero sólo seleccionamos lo que nos parece más importante, y en realidad sólo estamos al tanto de una pequeña parte de lo que está disponible en nuestra conciencia de vigilia. 

Durante mucho tiempo, y aún en nuestros días, se cree en la psicología popular, que los estados de conciencia son como un iceberg.

 

Y nadie mejor que Sigmund Freud para popularizar este concepto. Freud decía que la mayor parte de nuestros impulsos y deseos son inconscientes, como toda la arte que está sumergida de un iceberg y que el inconsciente es una parte muchísimo más profunda que la conciencia, que sólo sería la punta de un iceberg. 

Muchos psicólogos actualmente rechazan esta idea, pero consideramos que quizá no estaba del todo incorrecto, ya que muchas de nuestras acciones las hacemos de manera monótona, o inconsciente. 

Ya vimos de manera introductoria qué es el estado de conciencia de vigilia, pero nos queda otro grupo que son los estados alterados de conciencia. 

¿Qué son los estados alterados de conciencia?


Los estados alterados de conciencia difieren de nuestra conciencia normal de vigilia en el hecho de que estamos distanciados, en diversos grados, del ambiente externo. (Morris-Maisto, 2009)

Algunos estados son naturales y surgen de manera espontánea, como dormir y soñar. Otros son inducidos por opiáceos o drogas que alteran la mente, como el alcohol, marihuana; otros son generados por la meditación y la hipnosis. Nosotros nos centraremos en los estados naturales como el sueño. 

¿Qué es el sueño? 


Los seres humanos pasan cerca de la tercera parte de su vida en el estado alterado de conciencia conocido como sueño: un estado natural de reposo caracterizado por una reducción en el movimiento voluntario del cuerpo y una menor conciencia del entorno. 

No tenemos ninguna duda en la importancia que tiene el descanso y el sueño para poder vivir. Cualquier persona que haya pasado más de veinte horas sin dormir sabrá indudablemente que es necesario descansar para poder recuperar energías para nuestras actividades.



RITMO CIRCADIANO: NUESTRO RELOJ BIOLÓGICO 


Al igual que muchas de nuestras funciones biológicas el ciclo de sueño-vigilia también tiene un ciclo diario o circadiano (del latín circa dia, “aproximadamente un día”). Un ritmo circadiano es un término que indica los cambios que se producen a lo largo de 24 horas en los procesos biológicos, incluyendo la liberación de hormonas, ondas cerebrales, temperatura corporal y somnolencia. De hecho, muchos de nosotros sentimos la necesidad de dormir alrededor de las 3 o 4 de la tarde, nuestro reloj biológico desencadena esta sensación de cansancio. Creemos que una siesta podría ser saludable para poder desempeñar de mejor manera nuestras actividades diarias. 

El ciclo de sueño y vigilia varía según las personas y la edad. Los recién nacidos necesitan alrededor de 16 horas de sueño a lo largo del día. Universitarios necesitamos alrededor de 9 horas de sueño, mientras que los adultos no precisan tanto. 

RITMOS DEL SUEÑO 


A pesar que existen muchas diferencias individuales en la conducta de dormir, casi todos pasamos por las mismas etapas de sueño, que podemos apreciar en las siguientes ilustraciones de la actividad cerebral: 


Para quedarnos dormidos, atravesamos una etapa “crepuscular” que es un estado de vigilia un tanto relajada.
  • En etapa 1 del ciclo de sueño se caracteriza por un pulso más lento, relajación muscular y movimientos en que los ojos ruedan de lado a lado; 
  • Las etapas 2 y 3 se caracterizan por un sueño progresivamente más profundo. En la etapa 3 empiezan a emerger ondas lentas con picos muy altos. Durante estas etapas es difícil despertar al durmiente y éste no responde a estímulos como ruidos o luces. El ritmo cardiaco, la presión sanguínea y la temperatura siguen disminuyendo. 
  • En la etapa 4 del sueño, el encéfalo emite ondas muy lentas. El ritmo cardiaco, la tasa de respiración, la presión sanguínea y la temperatura corporal descienden al nivel más bajo que registrarán durante la noche. 
  • Los ojos se mueven con rapidez bajo los párpados cerrados. Esta etapa de sueño de movimientos oculares rápidos “MOR” también se llama sueño paradójico porque, aunque las medidas de las funciones fisiológicas son muy parecidas a las registradas durante la conciencia de vigilia, la persona en esta etapa parece estar profundamente dormida y es incapaz de moverse; los músculos voluntarios del cuerpo están esencialmente paralizados.


BASES FISIOLÓGICAS DEL CICLO DE VIGILIA Y SUEÑO


Hay una parte importante del Sistema Nervioso Central que juega un rol vital en los ciclos de sueño y vigilia, llamada formación reticular



La formación reticular es una red de neuronas que se encuentra entre el tronco del encéfalo y el diencéfalo, concretamente el tálamo. Esto es, está situada en una de las partes más bajas del encéfalo, y por consiguiente tiene un papel fundamental en todo lo que ocurre en las áreas superiores. La formación reticular tiene un papel fundamental a la hora de regular el nivel de consciencia que se tiene, un proceso en el que también interviene especialmente el tálamo. Esto significa que su trabajo tiene que ver con el ritmo circadiano y la aparición y desaparición del sueño. 

Por otro lado, otra de las funciones de esta red de neuronas es la regulación del estado de excitación, o estado de alerta, un proceso paralelo al de la regulación del estado consciente. Sin duda alguna el ser humano es muy complejo, y no solo a nivel fisiológico, sino que también a nivel psicológico y mental, ya que muchos aspectos como los sueños, tienen aun un poco de misterio para nuestro conocimiento actual. Esperamos que con el tiempo se vaya descubriendo más acerca de los sueños.


BIBLIOGRAFÍA 


  • Morris, Charles G., Maisto Albert A. Psicología. Decimotercera Edición, 2009.
  • https://psicologiaymente.com/neurociencias/formacion-reticular

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